Harry ha estado hablando con el diario The
Sun, y les contó todo sobre el regalito de cumpleaños, el cual vino de nada más
y nada menos que su amigo Nick Grimshaw. Grimmy, que amoroso.
Dijo: “Estuvo bueno. Estaba que no podía más de
la risa, fue muy gracioso. Tuvimos una buena noche.”
¿No daba más de la risa? ¿En serio? Parecía que
estaba lleno de miedo y confusión, pero bueno, si lo dice él… Vamos a pretender
que amó cada segundo y que no estaba realmente llorando por dentro.
Empezó contándonos cómo era la escena, algo así
como si se tratara de una película muy extraña: “Grimmy dijo que me tenía que
sentar ahí porque iba a traer el pastel. Le dijo a todo el mundo que se callara,
pero pude ver el pastel en la cocina y las velas no estaban encendidas, así que
yo estaba como ‘¿Qué está pasando?’ Luego Grimmy soltó, ‘Alguien aquí es menor
de edad’, y ahí vi un sombrero de policía entre la gente. Yo estaba como ‘¡Oh
no!’”
Aw pobre pequeño Harry, el terror que habrá
sentido cuando se dio cuenta de qué estaba pasando debe haber sido
terrible.
Harry continuó: “La stripper nunca dijo nada,
ella solo empezó su rutina. Nunca había visto a mi manager correr tan rápido
para tapar las cámaras, pero las fotos salieron a la luz igual.”
Y menos mal que salieron a la luz. Graciosísimas.
Pero de todos modos, ¿Qué pasó realmente en aquel baile entonces, Harry?
Cuéntanos, niño encantador.
“Se desnudó hasta su ropa interior, pero por
desgracia no había una política de no desnudez en el bar. No me esposó pero la
parte más graciosa fue que cuando terminó me dijo ‘Lo siento, pero no pude
encontrar mi cachiporra así que tuve que traer mis nunchakus’ Eso fue un toque
extraño.”
Terminó diciendo que la resaca del día siguiente
se sentía como si un dragón le hubiera tirado un gas encima. “Imagínenselo así,
fue un día bastante largo. Tuve dos noches al trote, pero debe ser así en tu
cumpleaños, ¿no?”
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